El reconocido chef asturiano José Andrés paseaba ayer por la mañana por las calles de Santiago creando una gran expectación. Después de concluir 230 kilómetros desde la leonesa Cruz de Ferro, finalizó el último tramo del Camino desde el Monte do Gozo a la Praza do Obradoiro.
El chef llegó el martes a la parroquia de Aríns, donde pasó la noche, pero quiso esperar al día de ayer para entrar en la ciudad, coincidiendo con su 52 aniversario. «La experiencia, muy bien», manifestó a su llegada. «Empecé un poco más allá de Astorga, en la Cruz de Ferro, y aquí estoy en el Obradoiro trece días después», explica José Andrés. Unos días en los que sus seguidores también pudieron conocer su ruta a través de las redes sociales, donde hizo una muy buena promoción de su sector y de Galicia.
«Da pena ver tantos sitios cerrados, pero el Camino, y el espíritu, es el mismo. Con ganas de ver que todo esto vuelve», comenta el chef. Según su análisis personal, hay mucha esperanza y ganas de recuperación, pero «la realidad es que aún hay muchos establecimientos cerrados, y los que están abiertos, nos les va mal, pero tampoco están como para tirar cohetes».
No es la primera vez que se convierte en un peregrino más. Sin embargo, el significado que tiene el Camino este año para él, es diferente: «Te dice que queda mucho por hacer y que hay que apoyar al sector. Si queremos salir fuertes, o le damos un empujón al sector turístico o nos van a tomar la delantera muchos otros países del mundo». Reconocido internacionalmente por su intensa lucha social, asegura que «no hay que lanzar dinero al problema, hay que invertir en la solución». También afirma que si se «sentaran a la mesa» los diferentes grupos representantes de la hostelería y el turismo con todos «los políticos del poder», se llegaría «a un montón de ideas» que se pueden llevar a cabo al respecto. «O salimos con un poco de viento en las velas o el barco no sale de puerto», sentencia el asturiano.
Después de sacarse fotos con admiradores, el chef se dejó ver por la Praza de Abastos, haciendo honor a su pasión por los productos de origen local. Allí se sentó en el Amoado, en la nave 5, conocido por sus filloas rellenas con productos de temporada.
José Andrés, con su World Central Kitchen, acaba de ser galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021 por su incansable labor solidaria durante la pandemia. La oenegé fue fundada por él en el 2010, y tiene como elemento central el abastecimiento de comida en crisis y catástrofes naturales. El chef asturiano es pionero de las tapas españolas en Estados Unidos, donde es sumamente popular. Con más de treinta establecimientos, José Andrés ha recibido múltiples premios, y la revista Time lo citó entre las cien personas más influyentes en el 2012 y 2018.
Fuente: La Voz de Galicia