Realizando el camino estamos poniendo a prueba nuestros estado físico y en ocasiones, si la situación meteorológica no es la más apropiada y no descasamos lo suficiente, el cansancio pueden con nosotros.
Os queremos dar unos consejos para ayudaros a combatir ese cansancio. Leed atentamente este artículo:
Es muy importante realizar pequeños descansos durante la etapa para recuperar fuerzas, de manera que no lleguemos a sentirnos exhaustos; así la recuperación será más rápida que si estamos completamente agotados.
Por ejemplo, podemos parar a descansar un rato a la sombra de un árbol, o en uno de esos lugares que nos regala el Camino con vistas maravillosas, aprovechar para beber agua y comer algo.
Además, es importante beber pequeños tragos con frecuencia para hidratarnos y evitar así que los músculos se cansen más de lo necesario.Y no sólo agua, sino también bebidas isotónicas, ricas en sales minerales, especialmente si piensas hacer etapas de más de 30 km.
Hay que descansar cuando no estamos excesivamente cansados para tener una buena recuperación; si llegamos al agotamiento, la recuperación será mucho más lenta y problemática.
Nunca debemos llegar al límite de nuestras fuerzas.
Tampoco deberías privarte de descansar un día completo si lo consideras oportuno, ya que así podrás afrontar con más fuerza los kilómetros que te quedan del Camino de Santiago. Lo ideal es que al menos descansemos bien un día completo por semana.
Por supuesto, además de realizar descansos, es muy importante dormir bien por las noches, siempre las horas suficientes. De lo contrario, es muy posible que nos falten las fuerzas al día siguiente. Puede que te apetezca salir por la noche o quedarte charlando con los amigos, pero recuerda que el descanso es primordial para afrontar el gran desafío que supone el Camino de Santiago.
También son recomendables los masajes en las piernas y en los pies dados por nosotros mismos o por algún compañero como favor mutuo. Las agujetas no son el problema real, ya que a los dos días dejaremos de sufrirlas. El verdadero problema son los tirones y el cansancio muscular que podemos padecer como consecuencia del ritmo de la marcha, la deshidratación y un sobreesfuerzo al que no estamos acostumbrados. En este sentido, los masajes son fundamentales para descargar las piernas. Pero también tomar alimentos salados, tanto para retener agua como para evitar el cansancio muscular y los tirones.
Por último, recuerda que no debes exceder el peso de tu mochila. Recuerda que tendrás que caminar muchos kilómetros con ella a tus espaldas y que un sobreesfuerzo en esta zona del cuerpo durante tantas semanas puede tener graves consecuencias para nuestros músculos. Además, te hará estar más cansado e irás más lento, sobre todo cuando ya lleves varias horas caminando y empiecen a faltarte las fuerzas. Por eso, intenta ir lo más ligero posible de equipaje y llevar contigo solamente lo estrictamente necesario. Lo ideal es no llevar nunca más del 10 % de nuestro peso corporal cargado sobre nuestras espaldas. Es decir, si por ejemplo pesas 70 kg, tu mochila nunca debería superar los 7 kg.
¡¡Buen viaje Peregrinos!!