El lugar de Ventosa, en la parroquia amiense de Covas, sufrió en el año 2006 los efectos de la ola de incendios, pero desde entonces ha visto recuperada parte de su superficie forestal, ya que, además de su inclusión en el plan municipal de prevención de incendios mediante la plantación de árboles de especies no pirófitas, ahora ha incorporado el Bosque do Peregrino, concretamente en la zona verde de la urbanización Pedra Dourada.
Esta particular masa forestal, formada por 35 árboles como carballos, castaños, abedules, fresnos y alcornoques, está ubicada junto al Camiño de Fisterra, de ahí su nombre jacobeo. Por su estratégico emplazamiento también cuenta con una pasarela de madera con bancos desde la que se puede disfrutar de amplias vistas del Val da Maía.
El proyecto incluyó la construcción de un cierre perimetral con postes de madera tratada de 1,5 metros de altura. A lo largo de este año está prevista también la instalación de un parque infantil, mesas, bancos, una fuente y un panel informativo. A la espera de que estos equipamientos estén terminados, en la zona ya se han invertido 20.000 euros.
«O que buscamos é que tanto os peregrinos, como calquera outro visitante ou habitante de Ames poida gozar relaxadamente dunhas vistas espectaculares do Val da Maía. Quedan aínda cousas por facer, pero, ben seguro, que vai a ser un dos lugares máis visitados do noso fermoso concello», señala Manuel Lens, concejal de Transición Ecolóxica e do Medio Rural.
El Concello de Ames reconoce su interés por promocionar el municipio por su vinculación jacobea, ya que por su territorio discurren tres rutas: el Camiño Portugués, el Camiño de Fisterra y la variante inglesa de la Ruta de Noia, recientemente reconocida.
Fuente: La Voz de Galicia