La Puerta Santa es la más famosa y popular de las existentes en la Catedral de Santiago de Compostela. Se trata de un acceso situado en la parte trasera que da a la plaza de A Quintana. También se conoce por ser el símbolo por excelencia de los Años Santos o Xacobeos ya que únicamente se abre cuando se celebran y esto ocurre cada 6, 5, 6 y 11 años. La Puerta Santa de la Catedral de Santiago comunica casi de inmediato al peregrino con el altar mayor, donde se encuentra la cripta sepulcral de Santiago, y sobre esta la popular imagen del abrazo al Apóstol.
¿Por qué se llama Puerta Santa?
La Puerta Santa se basa en las palabras que dijo Jesús en el Evangelio según San Juan: “Yo soy la puerta, si uno entra a través de mí, será salvado”. Las puertas santas simbolizan, por lo tanto, un rito de paso en el que se pretende demostrar al peregrino mediante una puerta pequeña, que el camino de la salvación es el de la humildad y la penitencia.
El hecho de que la puerta se construyese después de que la iglesia otorgara a Santiago el privilegio de contar con un Año Santo indica que no es necesario atravesarla para alcanzar la indulgencia plenaria, aunque hacerlo se ha convertido en la manera “física” de lograr el perdón y que simboliza para los peregrinos y fieles la culminación física y espiritual del camino que han recorrido.
Apertura de la Puerta Santa
Cada 31 de diciembre que precede a un Año Santo una comitiva eclesiástica, peregrinos y fieles se reunén para abrir a media tarde la Puerta Santa. El arzobispo compostelano es el encargado de hacer un antiguo ritual que fue sufriendo variaciones a través del tiempo. No obstante, el momento más importante es cuando con un martillo de plata que se realiza para la ocasión se dan tres golpes sobre el muro de lajas que tapian la puerta. Las piedras que se colocan el día anterior se caen de inmediato siendo retiradas rápidamente por unos operarios mientras los sacerdotes limpian con ramas de olivo y agua bendita todo el perímetro de la puerta. El primero en entrar será el arzobispo. Para cerrarla el último día de cada año jubilar también se sigue un rito parecido.
Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela desde el Interior – Fuente: mascompostela
Cierre de la Puerta Santa
Un año después, a 31 de diciembre, se cerrará la Puerta Santa llevando a cabo el mismo cortejo. El arzobispo compostelano bendice e incensa las nuevas piedras, coloca una de ellas sobre el umbral y, mientras se canta el “Caelestis urbs Jerusalem”, vuelve al templo por las Platerías.
Comentar que los rituales de apertura y cierre de la Puerta Santa son así durante los Años Santos Compostelanos, a excepción del año 2016, en que se celebró un Jubileo de la Misericordia. Este jubileo se celebró durante el Año Santo Extraordinario que comenzó el 8 de diciembre de 2015 y finalizó el 20 de noviembre de 2016, para celebrar el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II.
¿Cuántas Puertas Santas hay en el mundo?
En Roma existen cuatro basílicas papales que tienen una Puerta Santa:
- La Basílica de San Pedro.
- La Archibasílica de San Juan de Letrán.
- La Basílica de San Pablo Extramuros.
- La Basílica de Santa María La Mayor.
Aparte de las basílicas papales, existen otras cuatro en otras partes del mundo.
En España existen tres:
- La Catedral de Santiago de Compostela. (Año Jubilar se celebra cuando el 25 de julio ( Día del Apóstol Santiago cae en domingo)
- El Monasterio de Santo Toribio de Liébana (Año Jubilar se celebra un 23 de abril cae un domingo, cada 7 años).
- Santuario de La Cova de Sant Ignaci de Manresa. (Año Jubilar se celebra 31 de julio del 2021 al 31 de julio 2022), para aquellos que siguen al peregrino que cruzó los caminos de Europa buscando la voluntad de Dios en todas partes.
En Francia: La Basílica de Ars.
En Canadá: La Catedral de Notre-Dame de Quebec.
En República de Africa Central: La Catedral de Notre-Dame de Bangui.
¿Cada cuanto se celebra el Año Santo o Año Jubilar?
La Puerta Santa de Santiago teóricamente abre solo durante los Años Santos Jacobeos, que son aquellos años en los que la festividad del Apóstol Santiago (25 de julio) cae en domingo, cosa que se da cada cinco, seis u once años.
